¿Cómo es el proceso de la extensión de pestañas?
En función del grado de intensidad que elijas (las hay desde muy naturales para gente que apenas se maquilla, hasta muy dramáticas para las más atrevidas), el tiempo que se tarda en realizar el proceso varía, siendo la duración más común los 120 minutos. Puede parecer algo tedioso, pero te aseguramos que es de lo más agradable, ya que no sientes absolutamente nada y solo tendrás que mantener los ojos cerrados. ¡Será como echarse una siestita!
Por supuesto, además del grado de intensidad, también podrás elegir la forma y la curvatura de las pestañas, basándote en la forma de tu ojo, tu rutina diaria, tus gustos personales, etc. La personalización es clave para cubrir las necesidades cada una de nosotras, por lo que el hecho de poder decidir sobre todos estos aspectos es básico para que el resultado sea siempre el esperado.
Duración y mantenimiento
Las extensiones de pestañas tienen un tiempo de vida de hasta 2 meses (el ciclo natural de crecimiento de las pestañas), pudiendo prolongarse con retoques cada 3-4 semanas. Como siempre que introducimos un elemento extraño en nuestro cuerpo, los cuidados en las primeras 24 horas son vitales para que las extensiones se adhieran con fuerza a nuestra propia pestaña, y así evitar que se caigan o se estropeen. Sin embargo, será suficiente con seguir una serie de recomendaciones básicas:
- No mojarlas ni exponerlas a un vapor excesivo.
- Evitar frotar los ojos con fuerza.
- No utilizar máscara de pestañas. Una vez pasadas las primeras 48 horas se podrá utilizar rímel de base acuosa y solo en las puntas, aunque es totalmente innecesario.
- No rizar las pestañas.
- Peinarlas con el cepillo espeífico cada vez que sea necesario, especialmente al levantarse y tras salir de la ducha.