Microblading, la nueva tendencia en cejas que debes conocer

A diferencia de los efectos a veces demasiado marcados del maquillaje permanente, el microblading dibuja trazos que se parecen a pelos reales. ¿En qué se diferencia el microblading de los tatuajes?

El microblading es la última técnica dentro de la industria del maquillaje semipermanente en la creación y diseño de cejas pelo a pelo o “shadow”. Método de fácil realización, rápida cicatrización y de aspecto mucho más real que el tatuaje.

Durante el proceso de microblading usamos un lápiz y una aguja especial, depositando pigmento en la epidermis, para dibujar trazos individuales uno a uno que logran un efecto 3D. Está técnica es más superficial que la micropigmentación y crea un aspecto de ceja muy natural. También se pueden espesar u obscurecer las cejas ya existentes dándoles una forma más sensual y favorecedora.

 

  • ¿QUÉ ES?

El microblading es una pigmentación de las cejas, pero a diferencia de la micropigmentación, el proceso es completamente manual en la que trazarán pelo a pelo tu ceja para darle forma o rellenar espacios vacíos.

 

  • ¿PARA QUIÉN SE RECOMIENDA?

Cualquier persona puede hacerse el microblading, pero en específico, está diseñado para quienes tienen ‘poca ceja’. También es un proceso ideal para quienes quieren reconstruir sus cejas, así como definirlas, rellenar espacios o arreglarla después de una mala depilación.

 

  • ¿CÓMO FUNCIONA?

El proceso tarda entre dos y tres horas, pero vale completamente la pena. Primero, se define la forma de tu ceja, se escoge el tono de pigmento más adecuado y con un lápiz se traza para que tengas una idea de cómo se verá el resultado final. Posteriormente, se utiliza un lápiz y aguja especial que deposita pigmento en la epidermis, simulando pelo por pelo. No te preocupes por el dolor, se te aplicará una crema anestésica para que no sientas nada.

 

  • VENTAJAS DEL MICROBLADING

Una de las mayores ventajas es el aspecto natural que tendrás, muy diferente al del tatuaje. Además, el resultado final puede durar entre uno y dos años, aunque se recomiendan retoques y el costo es menor que el de la micropigmentación o los tatuajes. Por ser un proceso completamente manual, los resultados son más cuidadosos.